viernes, 22 de septiembre de 2017

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO






Hace mucho tiempo, un joven discípulo acudió a su maestro en busca de ayuda.
Su gran preocupación era que sentía que no valía para nada y que no hacía nada bien.Quería que los demás le valorasen más.
El maestro sin mirarlo, le replico: “Me encantaría poder ayudarte pero en estos momentos estoy ocupado con mis propios quehaceres. Quizás si me ayudades a solucionarlos podría acabarlos antes y ayudarte”.
El díscipulo aceptó a regañadientes ya que de nuevo sintió que sus preocupaciones eran poco valoradas.
El maestro le entregó un anillo que llevaba en el dedo y le dijo: “Coge un caballo y cabalaga hasta el mercado más cercano. Necesito que vendas este anillo para pagar una deuda.Y lo más importante es que trates de conseguir la mayor suma posible pero no aceptes menos de una moneda de oro por él”.
Y así el discípulo cabalgó hasta el mercado más cercano para vender el anillo.
Empezó a ofrecer el anillo a diferentes mercaderes que mostraban interés en él hasta que les decía el precio: una moneda de oro.
La mayor parte de los mercaderes se reían al escuchar la suma, salvo uno de ellos que amablemente le indicó que una moneda de oro era muy valiosa para darla a cambio del anillo.
Frustrado y cansado, el discípulo cablagó de nuevo a casa del maestro sabiendo que no había podido cumplir con el encargo que le había hecho.
“Maestro, no he podido vender tu anillo por una moneda de oro”, le dijo cabizbajo. “Como mucho ofrecian un par de monedas de plata, pero no he podido convencer a nadie sobre el verdadero valor del anillo”.
“Tienes razón en algo”, le contestó el maestro. “Necesitamos conocer el verdadero valor del anillo”. “Coge de nuevo el caballo y ve a visitar al joyero del pueblo. Pregúntale por el verdadero valor del anillo. Y sobre todo no se lo vendas”.
Y así cabalgó de nuevo hasta el joyero del pueblo quien, tras examinar detenidamente el anillo, dictaminó que éste valía ¡58 monedas de oro!.
“¿¿58 monedas de oro??” replicó el joven asombrado.
Y con esa buena noticia cabalgó de nuevo a devolverle el anillo a su maestro.
El maestro, le pidió que se sentase y que escuchase lo que tenía que decirle:
“Tu eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal sólo puede evaluarte un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu valor?”
EL VERDADERO VALOR DE LAS COSAS


Sólo faltaban cinco días para la Navidad. Aún no me había atrapado el espíritu de estas fiestas. Los estacionamientos llenos, y dentro de las tiendas el caos era mayor. No se podía ni caminar por los pasillos. ¿Por qué vine hoy? Me pregunté. Me dolían los pies lo mismo que mi cabeza. En mi lista estaban los nombres de personas que decían no querer nada, pero yo sabía que si no les compraba algo se resentirían. 

Llené rápidamente mi carrito con compras de último minuto y me dirigí a las colas de las cajas registradoras. Escogí la más corta, calculé que serían por lo menos 20 minutos de espera. 

Frente a mí había dos niños, un niño de 10 años y su hermana de 5 años. Él estaba mal vestido con un abrigo raído, zapatos deportivos muy grandes, a lo mejor 3 tallas más grande. Los jeans le quedaban cortos. 

Llevaba en sus sucias manos unos cuantos billetes arrugados. Su hermana Lucía como él, sólo que su pelo estaba enredado. Ella llevaba un par de zapatos de mujer dorados y resplandecientes. 

Los villancicos navideños resonaban por toda la tienda y yo 
podía escuchar a la niñita tararearlos. Al llegar a la caja registradora, la niña le dio los zapatos cuidadosamente a la cajera, como si se tratara de un tesoro. La cajera les entregó el recibo y dijo: son $6.09. El niño le entregó sus billetes arrugados y empezó a rebuscarse los bolsillos. 
Finalmente contó $3.12 y dijo: 

- Bueno, pienso que tendremos que devolverlos, volveremos 
otro día y los compraremos. 

Ante esto la niña dibujó un puchero en su rostro y dijo: 

- "Pero a Jesús le hubieran encantado estos zapatos". 

- Volveremos a casa trabajaremos un poco más y regresaremos 
por ellos. No llores, vamos a volver. 

Sin tardar, yo le completé los tres pesos que faltaban a la 
cajera. Ellos habían estado esperando en la cola por largo tiempo y después de todo era Navidad. En eso un par de bracitos me rodearon con un tierno abrazo y una voz me dijo: 

- "Muchas gracias señora". 

Aproveché la oportunidad para preguntarle qué había querido 
decir cuando dijo que a Jesús le encantarían esos zapatos. Y la niña con sus grandes ojos redondos me respondió: 

- "Mi mamá está enferma y yéndose al cielo. Mi papá nos 
dijo que se iría antes de Navidad para estar con Jesús. Mi maestra dice que las calles del cielo son de oro reluciente, tal como estos zapatos. 

¿Creo que mi mamá se verá hermosa caminando por esas calles con estos zapatos?" 

Mis ojos se inundaron al ver una lágrima bajar por su rostro radiante. Por supuesto que sí, le respondí. Y en silencio le di gracias a Dios por usar a estos niños para hacerme recordar el verdadero valor de las cosas. 

martes, 19 de septiembre de 2017

TODO TIENE DOS CARAS
Mi mujer y yo estábamos sentados a la mesa en la reunión de mis excompañer@s de universidad. Yo contemplaba a una mujer sentada en una mesa vecina, totalmente borracha que se mecía con su bebida en la mano. Mi mujer me preguntó: – ¿La conoces? – Sí -suspiré-, es mi ex-novia. Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria. – ¡Dios mío! – exclamó mi mujer ¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo!
Moraleja : Siempre hay dos maneras de ver las cosas …


viernes, 15 de septiembre de 2017

VIVE TUS SUEÑOS…


Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor…
Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.
Eres libre para elegir… para tomar decisiones, aunque solo tu las entiendas, toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y, a veces, con una cierta dosis de locura.
Solo entenderemos la vida y el Universo cuando no buscamos explicaciones.
Entonces todo queda claro.
Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido, en donde las cosas más simples son las mas extraordinarias.
Atrévete a cambiar, desafíate, no temas a los retos, insiste una y otra, y otra vez.
Recuerda que sin fe se puede perder una batalla que ya parecía ganada.
No te des por vencido; acuérdate de saber siempre lo que quieres… y empieza de nuevo.
El secreto está en no tener miedo de equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender.
Ten paciencia para encontrar el momento exacto y congratúlate de tus logros.
Y si esto no fuera suficiente…analiza las causas e inténtalo con más fuerza…
El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.
EL ROBLE Y LA HIEDRA




Un hombre edificó su casa y la embelleció con un jardín interno.
En el centro plantó un roble.
Y el roble creció lentamente.
Día a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas.
Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la hiedra comenzó a levantarse velozmente.
Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.
Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados.
El roble crecía silenciosa y lentamente.
- “¿Cómo estás, amigo roble?”, preguntó una mañana la hiedra.
-” Bien, mi amiga” contestó el roble.
-” Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura “, agregó la hiedra con mucha ironía.
“Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces me da pena verte siempre allá en el fondo del patio”.
-” No te burles, amiga”, respondió muy humilde el roble. ” Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza “.
Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.
Y el tiempo siguió su marcha.
El roble creció con su ritmo firme y lento.
Las paredes de la casa envejecieron.
Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y su jardín.
Fue una noche terrible.
El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido.
La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada.
La lucha fue dura y prolongada.
Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble.
El hombre arrancó la hiedra, y la quemó.
Mientras tanto el roble reflexionaba:
” Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otro

UNA VERDADERA HISTORIA DE AMOR.


 












Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana, mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo hasta el hospital.

Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.

Esa noche, sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.

Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio.

"¡Papá!", respondimos, "¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!".

Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo:

"No discutan conmigo, por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".

Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos, que veíamos la escena conmovidos:

"Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero, si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer".

Hizo una pausa, y se limpió la cara. "Ella y yo, estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo...", continuó. "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué?

Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos, y él nos consoló: "Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor; dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y, sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas.
EL VALOR DE UN SALUDO








Un señor trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba.
La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta. Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.
De repente se abrió la puerta, el guardia de seguridad entro y lo rescató.
Después de esto, le preguntaron al guardia: ¿Cómo se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo? Él explicó: “llevo trabajando en esta empresa 35 años, cientos de trabajadores entran a la planta cada día. Este señor es el único que me saluda por la mañana y se despide de mí por las tardes.
El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy me dijo: “hola” a la entrada, pero nunca escuché - hasta mañana - Yo espero por ese hola, buenos días, y ese hasta mañana - cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debe estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré.
Hay que entender que el saludo de buenos días y buenas noches, a parte de ser placentero, transmite un mensaje adicional:
”QUE TU ERES IMPORTANTE PARA MI, Y QUE ESTOY CONTENTO DE VERTE."
El valor de un saludo refleja la humildad de tu corazón.

martes, 12 de septiembre de 2017

¿QUÉ ES EL AMOR?




Maestra... ¿qué es el amor?

En un salón de clases había varios niños. Uno de ellos preguntó:
Maestra... ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado, pero como ya era hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajesen lo que más despertase en ellos el sentimiento del amor.
Los chicos salieron apresurados y cuando volvieron, la maestra les dijo:
- Quiero que cada uno muestre lo que trajo consigo.
El primer alumno respondió:
- Yo traje esta flor: ¿no es linda?
Cuando llegó su turno, el segundo alumno dijo:
- Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de sus alas: la voy a colocar en mi colección.
El tercer alumno completó:
- Yo traje este pichón de pajarito que se cayó del nido, ¿no es gracioso?.
Y así los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el patio.

Terminada la exposición, la maestra notó que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada.

La maestra se dirigió a ella y le preguntó:
- Muy bien: ¿y tú encontraste algo?

La criatura, tímidamente, respondió:
- Disculpe, maestra. Yo vi la flor y sentí su perfume; pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma por más tiempo. Vi también la mariposa, suave, colorida, pero parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla. Vi también el pichoncito caído entre las hojas, pero al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido. Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrar lo que traje?
La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón.

GRACIAS POR SER PARTE DE MI
HOGUERA

"Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones con sus amigos, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades.
Después de algunas semanas, una noche muy fría el líder de aquel grupo decidió visitarlo.
Encontró al hombre en casa, solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor. Adivinando la razón de la visita, el hombre dio la bienvenida al líder. Se hizo un gran silencio.
Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban en la chimenea.
Al cabo de algunos minutos el líder, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas. Volvió entonces a sentarse.
El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado pero inquieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente.
En poco tiempo, lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón.
Muy pocas palabras habían sido dichas desde el saludo.
El líder, antes de prepararse para salir, con las tenazas regresó el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato, la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo.
Cuando el dirigente alcanzó la puerta para irse, el anfitrión le dijo: Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Regresaré al grupo.
Buenas noches...
¿Por qué se extinguen los grupos?
Muy simple: porque cada miembro que se retira le quita fuego y el calor al resto.
A los miembros de un grupo vale recordarles que ellos forman parte de la llama.
Es bueno recordarles que todos somos responsables por mantener encendida la llama de cada uno y debemos promover la unión entre todos para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero.
No importa si a veces nos molesta tantos mensajes que llegan al chat, lo que importa es estar conectados, en silencio algunos, otros muy activos, los amigos que aquí estamos reunidos es para conocer, aprender intercambiar ideas, o simplemente saber que no estamos solos, que hay un grupo de amigos con los que podemos contar.
Mantengamos la llama viva. Aunque algunos se reporten esporádicamente, es bueno saber que mantienen su llama encendida!


Emplear la cabeza


Con la ayuda de un manual de instrucciones, una mujer estuvo durante horas tratando de montar un aparato que acababa de comprar. Finalmente, se rindió y dejó las piezas esparcidas encima de la mesa de la cocina.

Imagínese la sorpresa que se llevó cuando, al cabo de varias horas, regresó a la cocina y comprobó que la asistenta había montado el aparato y éste funcionaba a la perfección.

¿Cómo lo ha hecho?, le preguntó asombrada.

“Verá, señora… cuando uno no sabe leer se ve obligado a emplear el cerebro”, le respondió tranquilamente.
EL ÁRBOL CONFUNDIDO



Había una vez, un hermoso jardín con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales. Todos estaban satisfechos y eran felices.
Sin embargo, no todo era alegría en el jardín pues había un árbol profundamente triste porque no sabía quién era.
El manzano le decía que le faltaba concentración: 

- Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves que fácil es?
- No lo escuches – le decía el rosal- . Es más sencillo tener rosas. ¿Ves que bellas son?
El árbol intentaba todo lo que le sugerían y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol exclamó:
-No te preocupes, tu problema no es tan grave. Lo tienen muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución:
No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas... Sé tú mismo, conócete y para lograrlo, escucha tu voz interior.
Dicho esto, el búho desapareció.
¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón y, por fin, pudo escuchar su voz interior diciéndole:
- Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión. Cúmplela.
El árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.
Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Entonces, el jardín fue completamente feliz.¿Cuántas personas son robles que no se permiten a sí mismas crecer? ¿Cuántas son rosales que sólo dan espinas? ¿Cuántas son naranjos que no saben florecer?

En la vida todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar...

No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser.




Tú eres muy importante


Tú eres una persona importante...
¿Te habías dado cuenta de eso?
Sí, tú, eres importante y más de lo que puedes crees.
¡Eres una persona única e irreemplazable!
No fuiste creado en serie, eres fruto de una selección humana y divina.
No pienses ni digas NUNCA que eres poca cosa,
que no sirves para nada, que nadie te quiere ni nadie lo hará.
Eres importante y puedes lograr grandes cosas si te lo propones
y te esfuerzas por lograrlas. Puedes ser guía de otras personas.
Puedes ser el consuelo de los que sufren, puedes darle una razón
a alguien para que siga siendo feliz o puedes ser quien lleva alegría a un lugar,
puedes ser... y hacer tantas y tan maravillosas cosas.
Eres un ser maravilloso, necesario en tu hogar, en tu trabajo, en la sociedad;
tal vez necesitas cultivarte más,y actuar con más decisión y energía.
Sí ... aunque creas que te digo mentiras, Tu eres muy importante.

LA INJUSTICIA



La conmovedora historia de un hombre, encarcelado injustamente, que tiene la capacidad de visualizar en la injusticia, un motivo para continuar y ser mejor...
Ella, su madre, contemplaba con infinita tristeza a su hijo, era día de visita y a los reos se les permitía una breve entrevista, el hombre maduro, detenido injustamente, tenía ya varios meses en la cárcel, era una celda inmunda llena de ratas, moscos, arañas, sin ventanas con un calor agobiante y húmedo, ella veía ahora a un hombre que día a día se deterioraba más, los colores se le habían escapado del rostro, la piel mostraba erupciones purulentas, pero la más profunda herida era la injusticia que lo sumergía en una profunda depresión y en ese momento frente a frente con el ser que más amaba, él exclamó:
- ¿Por qué? ¿Por qué yo?
A lo que ella simplemente y en tono de consuelo contestó:
- Así lo quiere Dios
Y su hijo respondió:
- ¿Acaso Dios desea el mal, la injusticia y el sufrimiento de sus hijos? No madre, así no es, si algo me lastima profundamente es ver sufrir a mis hijos como seguramente tú ahora lo sientes. de seres humanos depravados y sin valores.
El mal existe para que surjan guerreros que que venciéndolos nos lleven a un mundo más humano y justo...
El infierno existe y está en las cárceles, en los asilos de viejos abandonados, en los leprosarios, en los muladares en donde se violan a seres inocentes, en tugurios donde se drogan hasta convertirse en masas babeantes y sin razón, cuando existen niños que por no tener unos cuantos centavos se quedan ciegos para siempre; sí, existe el infierno, en la guerra fratricida, en la mutilación de seres humanos, cuando una madre sin sentido abandona a sus hijos, cuando un depravado viola a un pequeño; sí, el infierno existe y lo más impresionante es que lo hemos creado los propios hombres y mujeres sin escrúpulos, por ambiciones y codicias bastardas y como nosotros lo hemos creado solamente a nosotros corresponde destruirlo.
El mal NOS debe impulsar a la evolución, NOS muestra nuestras propias equivocaciones, así el mundo ha avanzado venciendo el absurdo que los seres humanos hemos creado. ¿Por qué yo? Te pregunté hace un momento y creo que encontré la respuesta; para que esta amarga experiencia se convierta en fuerza, la adversidad en aliento, lo negativo en positivo... Está en mí, la decisión de convertirme desde ahora en un guerrero de luz para contribuir a que los infiernos desaparezcan y aportar mi vida para construir un mañana en que la justicia y la bondad sean las estrellas que conduzcan nuestro existir.
“Tal vez TÚ no te encuentras en esta cruda situación, pero con seguridad atraviesas varias pruebas en tu vida que te hacen daño, depende de tu actitud para que puedas convertir la injusticia en un motivo para continuar y ser mejor. La circunstancia de hoy no debe determinar tu futuro, tienes la opción de decidir y convertir el daño y la injusticia, en los impulsores de TU TRIUNFO..."




EL MUNDO DE ENTONCES

El mundo cuando nació era de todos los hombres, de todos los pájaros y de todos los animales del bosque. Cada uno tenía de él lo que le hacía falta para la vida. No dividían las cosas en “lo tuyo y lo mío” porque ni siquiera sabían lo que significaban esas palabras egoístas.
Era el mundo entonces y no se necesitaban papeles complicados para ir de un sitio a otro. Todos viajaban como lo hacen los pájaros sin más equipaje que su anhelo de ver que hay más allá de las montañas y de los mares”

Nada se compraba ni se vendía… los árboles daban más frutos y más sombras que ahora porque no les podaban las ramas. Los hombres no peleaban por pedazo de tierras, ni había esas cosas absurdas que se llaman FRONTERAS (anónimo)

UN PEDACITO DE CIELO




Un campesino cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, decidió pedirle el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente. El aviso decía: "Vendo un pedacíto de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto" El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos, pensando que aquél hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas. El poeta preguntó: ¡Amigo! ¿No se iba de la finca? El campesino con una sonrisa le respondió: -No mi querido vecino, después de leer el aviso que ud me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro mejor...

Moraleja: No esperes a que venga un poeta para hacerte un aviso que diga lo maravillosa que es tu vida, tu hogar, tu familia y lo que con tanto trabajo hoy posees.

Tú no necesitas esperar a que venga un poeta para realizar un cartel que diga lo maravillosa que es tu vida ¿o sí?

Si estás cansada/o de tu faena o de lo que posees en tu vida, no huyas; mejor tomate un descanso y respira...

Una forma de darle un nuevo sentido implica hacer un conteo de todas las Bendiciones que hoy tienes: vida, salud, familia, amigos, hogar, trabajo…

Estoy segura que tu lista será muy larga…

Da Gracias al Universo porque te permite tener en este momento en tu camino todas esas Bendiciones que conforman tu pedacito de Cielo; aprovéchalas y gózalas cada momento.

Y, una vez que has apreciado suficiente, si te es preciso irte a otro espacio para evolucionar, entonces deja tu labor actual y/o suélta lo que tienes, para dirígete al nuevo pedacito de Cielo en la Tierra que, con certeza, te estará esperando.


lunes, 4 de septiembre de 2017

EL VALOR DE UN SALUDO


Un señor trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba.
La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta. Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.
De repente se abrió la puerta, el guardia de seguridad entro y lo rescató.
Después de esto, le preguntaron al guardia: ¿Cómo se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo? Él explicó: “llevo trabajando en esta empresa 35 años, cientos de trabajadores entran a la planta cada día. Este señor es el único que me saluda por la mañana y se despide de mí por las tardes.
El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy me dijo: “hola” a la entrada, pero nunca escuché - hasta mañana - Yo espero por ese hola, buenos días, y ese hasta mañana - cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debe estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré.
Hay que entender que el saludo de buenos días y buenas noches, a parte de ser placentero, transmite un mensaje adicional:
”QUE TU ERES IMPORTANTE PARA MI, Y QUE ESTOY CONTENTO DE VERTE."
El valor de un saludo refleja la humildad de tu corazón.